Este proyecto consistió en la reforma integral de una vivienda situada en la Gran Vía de Logroño, donde el reto fue combinar la esencia clásica con un diseño moderno y funcional.
Uno de los elementos más singulares fue la conservación del suelo de madera original, que se rehabilitó cuidadosamente para mantener el carácter y la historia de la vivienda. A partir de ahí, se realizó una transformación completa de la distribución y los acabados, buscando la amplitud de espacios y la luminosidad como protagonistas.
El resultado es un piso renovado que une lo mejor de dos mundos: el encanto de los materiales clásicos y la comodidad de un hogar moderno, con estancias amplias y perfectamente adaptadas al estilo de vida actual.