El tiempo de una reforma integral depende de varios factores, como el tamaño de la vivienda, la complejidad del proyecto y los permisos necesarios. En términos generales, una reforma completa puede durar entre 2 y 6 meses. Durante la planificación, te proporcionamos un cronograma detallado para que sepas en todo momento en qué fase se encuentra la obra.

Sí. En Alvamar contamos con un equipo multidisciplinar de arquitectos, ingenieros y técnicos que te asesorará en el diseño y la distribución de tu espacio. Te mostraremos diferentes opciones hasta encontrar la solución que mejor se adapte a tus necesidades, gustos y presupuesto.

Depende del tipo y la magnitud de la reforma: en algunos casos basta con una comunicación previa y en otros es necesario tramitar licencias específicas. En cualquier caso, en Alvamar te asesoramos desde el primer momento y nos encargamos de todas las gestiones administrativas, para que no tengas que preocuparte por nada.

En Alvamar estudiamos cada caso de forma individualizada, ya que cada edificio presenta necesidades específicas. Podemos actuar sobre viviendas unifamiliares, edificios residenciales, inmuebles históricos, locales o naves. Siempre planteamos la mejor solución técnica y constructiva para devolverles su funcionalidad y valor, garantizando seguridad, calidad y cumplimiento de normativa.

Sí. En Alvamar sabemos lo importante que es mantener la actividad, por eso planificamos y organizamos las obras de forma que el impacto sea mínimo. Adaptamos los trabajos y los tiempos a tu negocio, para que puedas seguir funcionando mientras avanzamos en la reforma o ampliación.

Un proyecto “llave en mano” es aquel en el que Alvamar acompaña al cliente desde el primer momento y asume toda la responsabilidad del proceso. Nos encargamos de la fase previa de diseño y propuestas hasta llegar al proyecto definitivo, gestionamos la redacción técnica y finalmente ejecutamos la construcción. De esta manera, el cliente solo tiene que definir sus necesidades y recibir el resultado final, con la tranquilidad de que nosotros nos ocupamos de todo.